Ciudad Victoria, Tam.-El machismo es la causa principal del embarazo en adolescentes, ya que los varones están impidiendo a sus parejas utilizar algún método anticonceptivo, informó María Ramona Sánchez Rodríguez, Jefa del Departamento de Salud Integral del Adolescente.

Dijo que por educación sexual e información de métodos anticonceptivos no queda, ya que estos servicios están disponibles entre la población juvenil, sin embargo, los sondeos efectuados demuestran que los varones les niegan este derecho a las jóvenes.

En los últimos años el promedio de nacimientos en general en Tamaulipas es de 45 mil bebes, de los cuales el 72.8 por ciento son de madres adolescentes de entre 15 y 29 años, es decir que 4 de cada 25 nacimientos son de mujeres en ese rango de edad.

Las repercusiones de que esto ocurra es el alto grado de exclusión y de desigualdad para las jóvenes, ya que por lo general se da el abandono escolar y con ello disminuyen sus oportunidades de progreso, tanto para la madre como para los hijos.

“Esta es otra forma de violencia hacia las mujeres, porque no les permiten actuar con libertad en esa responsabilidad que ellas si quieren ejercer”, comentó.

Agregó que este control para que no utilicen algún método anticonceptivo, provoca más embarazos en adolescentes, además de que los muchachos no se están haciendo cargo de su paternidad, lo que también es considerado como un acto de violencia.

El tema de género (masculinidad y femineidad) –comentó- es una de las líneas que se trabaja en los programas de Salud Integral del Adolescente para que las muchachas y los muchachos aprendan nuevas maneras de comunicarse y sociabilizar con sus parejas.

No obstante, subrayó que está resultando difícil romper con actitudes machistas que son heredadas en los hogares, donde hombres y mujeres siguen aprendiendo roles estereotipados en que el varón impone y las féminas obedecen.

“Lo que conocemos socialmente tiene que ver con la forma de cómo se educa y cómo los hombres van aprendiendo a controlar a su pareja desde la adolescencia, y son inercias que deben cambiar para una convivencia de igualdad y sobre todo de salud mental e integral de ambos, eso es indiscutible”, precisó.